La Federación de Triatlón de Corea del Sur suspendió a perpetuidad a su entrenador Kim Kyu-bon y al capitán de la selección nacional, Jang Yung-jung, como castigo por cometer reiteradas agresiones físicas, verbales y psicológicas que desembocaron en el suicidio de la joven de veintidós años, Choi Suk-hyeon, quien llegó a ocupar el cuarto puesto en el ranking femenino de distancia olímpica de su país.
Los hechos fueron denunciados por Choi Suk-hyeon en abril pasado pero, ante la falta de respuesta de las autoridades policiales como deportivas, la joven se quitó la vida el 26 de junio generando una repercusión pública que obligó a una investigación sumarísima que desembocó en una suspensión a perpetuidad que fue confirmada por el Comité Olímpico de Corea del Sur desestimando las apelaciones presentadas por los abogados defensores.
Además, se aplicó una suspensión de una década para Kim Do-hwan, un joven triatleta que participó de los maltratos contra su compañera del equipo de la localidad surcoreana de Gyeongju.
“Fui agredida de forma tan violenta que lloro todos los días. Preferiría morir antes que seguir siendo golpeada como un perro”, explicó Suk-hyeon a través de una carta póstuma que le dejó a su madre relatando la pesadilla cotidiana que sufrió por parte de los máximos responsables del cuerpo técnico.
Además de los relatos que escribió a modo de denuncia en su diario íntimo, la joven triatleta surcoreana realizó grabaciones de los abusos verbales cuyos audios sirvieron como prueba en contra de los ahora condenados.
A nivel deportivo, Suk-hyeon representó a Corea del Sur en las Series Mundiales de triatlón y obtuvo el cuarto y quinto lugar en el campeonato nacional femenino de 2016 y 2015 respectivamente en modalidad standard de 1.500 metros de natación en aguas abiertas, 40 kilómetros de ciclismo y 10K de running.
“Nuestro equipo de triatlón era una dictadura gobernada por el entrenador a quien respaldaban un grupo de corredores que todos los días cometían abusos físicos y verbales, nos daban más de diez palizas por mes”, afirmó un testigo cuya identidad no trascendió.
En su carácter de jefe de la comisión de disciplina del Comité Olímpico Surcoreano, Kim Byung-cheol, aseguró que no tolerarán ningún acto de violencia y reforzarán las medidas para proteger a los triatletas evitando que se repitan agresiones como las que llevaron al suicidio de Suk-hyeon.