Ambas son dos mujeres estadounidenses profesionales del deporte de las tres disciplinas que subieron a la cima del podio y ahora fueron sancionadas por utilizar la misma sustancia prohibida. Tras sus victorias en el triatlón IronMan de Australia y en el IronMan 70.3 de Racine, Beth Gerdes y Laurent Barnett fueron suspendidas por dos años y seis meses respectivamente por consumir ostarine, un quemador de grasas que otorga definición muscular con efectos similares a los esteroides anabólicos aunque no resulta beneficioso para carreras de resistencia.
De acuerdo a lo informado por la revista Triathlete de los Estados Unidos y reproducido por los principales medios especializados de Europa, tanto Gerdes como Barnett alegaron ser inocentes aduciendo que se trató de sendos casos de contaminación involuntaria ya que ninguna usó productos ilícitos para mejorar su rendimiento físico ni siquiera intentó sacar ventaja en forma antideportiva alguna.
También campeona del triatlón IronMan de Suiza 2015, Gerdes calificó a este hecho como “la mayor decepción de su vida” e informó que jamás incurrió en doping. Además, por su propia voluntad, se sometió a la prueba del polígrafo, superando con éxito al popularmente bautizado detector de mentiras.
En declaraciones a la prensa, Gerdes reconoció que se le constató un positivo por ostarine que la World Triathlon Corporation WTC castigó con una suspensión de dos años ya que la campeona del IronMan de Australia 2016 no demostró que la había ingerido a través de un alimento o producto autorizado.
A su vez, Lauren Barnett ya cumplió su sanción de seis meses, un castigo atenuado porque los exámenes realizados en dos laboratorios independientes comprobaron que una de sus tabletas de sal estaba contaminada con el producto prohibido.
“Estoy tranquila porque quedó aclarado que nunca tomé nada ilegal a sabiendas e intencionalmente, las pruebas científicas corroboraron que se trató de una contaminación”, afirmó Barnett.