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Un rival tan letal como impensado los obligó a escapar rumbo a tierra firme. Pocos minutos después de la largada, los organizadores del Triatlón IronMan de Australia interrumpieron su etapa de natación a mar abierto al detectarse la presencia de un tiburón de dos metros y medio de largo que acechaba a los 2.000 competidores de esta prueba clasificatoria para el campeonato mundial de Hawaii.
De acuerdo a lo informado por la prensa local como el diario aussie WaToday, el triatlón IronMan Western 2017 de Australia se inició con absoluta normalidad hasta que el equipo de socorristas dio la voz de alarma sobre la presencia de un escualo gigante merodeando la zona boyada en la que se desarrollaban los 3.800 metros de natación en aguas abiertas.
La mayoría de los triatletas viró en sentido contrario comenzando a bracear rumbo a la costa mientras un grupo de casi un centenar de participantes, casi el 5% del total de competidores, fue evacuado en las barcazas de seguridad provistas por los organizadores de este IronMan oceánico.
Si bien reconocieron que en los días previos fueron alertados sobre la presencia de tiburones en la zona donde se llevaría a cabo la carrera, los organizadores aseguraron que el escualo jamás se acercó a los nadadores, quienes no sufrieron riesgo alguno sino que sólo fueron evacuados como una medida preventiva.
A principios de agosto de 2015, Simón Rodríguez tuvo que interrumpir su travesía acuática personal frente a la costa estadounidense de San Francisco porque, tras nadar 45 kilómetros, irrumpíó un tiburón blanco de cuatro metros y medio de largo.
Después de dieciocho horas ininterrumpidas de natación en aguas con diez grados de temperatura, Simón Domínguez se encontraba próximo a convertirse en el primero en bracear desde el puente Golden Gate hasta las islas Farallón en la bahía norteamericana de San Francisco.
Tres meses antes, en abril de 2015, una decena de delfines rodeó al nadador británico Adam Walker evitando así que fuera atacado por un tiburón mientras cruzaba el Estrecho de Cook en Nueva Zelanda como parte de su travesía acuática por los siete océanos.
Tras la suspensión de la natación, el triatlón IronMan Western australiano continuó como un duatlón de 180 kilómetros de ciclismo seguidos del running con los 42K del maratón donde el neocelandés Terenzo Bozzone remontó cinco puestos para finalizar primero con 7h12m30s secundado por su compatriota Douglas Allan, segundo con 7h18m07s.
El podio masculino lo completó el local Tim Van Berkel con 7h27m07s capitalizando la deserción de Cameron Wurf debido a los calambres sufridos durante el pedestrismo debido al esfuerzo físico que realizó para liderar el segmento en bicicleta.
Entre las mujeres hubo un 1-2 australiano porque Melissa Hauschildt triunfó en 7h52m04s al encabezar tanto el ciclismo como el running aventajando por siete minutos con tres segundos a su escolta Carrie Lester, quien se colgó la medalla de plata con 7h59m07s.
Como resultado de una batalla a pura zancada en la que prevaleció sobre Van Vlerken en los últimos dos kilómetros del maratón, la ironwoman sueca Camila Lindholm Borg arribó tercera con 8h01m59s.