Foto Principal: Katrin Meier – Swiss Ultra Press
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En plena competencia en México, interrumpió su carrera para ingresar al quirófano con bisturí en mano realizándole una operación reconstructiva al noruego Henning Olsrud que se había desfigurado el rostro tras caerse de la bicicleta. Ahora se colgó la medalla finisher en la prueba combinada más extensa y exigente a nivel individual, el médico cirujano tucumano Jorge Ariel Rodríguez cruzó la meta del Swiss Ultra en Suiza donde completó una decena de triatlones IronMan en diez días seguidos sumando un total de 38 kilómetros de natación, 1.800 de ciclismo y 420 de running.
A razón de diez jornadas en las que en cada una nadó 3.800 metros; pedaleó 180 kilómetros y corrió los 42K del maratón, Jorge Rodríguez obtuvo el quinto puesto entre los seis hombres de hierro que participaron del DecaIronMan 2017 donde su amigo, el también tucumano Ramiro López Bertelli, se situó tercero en estos 2.258 kilómetros en solitario por las rutas helvéticas.
“Desde chico siempre practiqué algún deporte, me inicié con la gimnasia artística y con el paso del tiempo me incliné por las 
carreras de aventura como la Eco Peugeot, X Series Salomon, XK Race, Cruce Columbia de los Andes y el Tetra de Chapelco para después volcarme al triatlón habiendo completado 23 pruebas de distancia IronMan desde que debuté en el IronPaz de Entre Ríos 2010 pasando por Punta del Este, Florianópolis, Cozumel, Frankfurt, St. George, Texas, Mallorca y Lanzarote, promediando entre 11 a 13 horas por carrera ya que mi objetivo es terminarlas, pasarla bien, no voy más allá de eso ni busco ningún objetivo competitivo, ya hice dos Quintúple IronMan y un UltraMan”, detalló Jorge Ariel Rodríguez en diálogo con Eldepornauta.com.
También graduado de profesor de educación física, conocimientos que lo ayudan para diagramarse él mismo su entrenamiento semanal cuyo volumen promedia 70 kilómetros de running y 260 en bicicleta a lo largo de siete días, Rodríguez no puede nadar porque en Concepción de Tucumán no hay piletas climatizadas.
“Para poder entrenar natación debería viajar hasta San Miguel pero no tengo tiempo debido a la otra pasión que es mi trabajo como 
cirujano en el Hospital Privado de Concepción”, añadió este médico de 46 años, quien anhela la construcción de un complejo polideportivo en su ciudad natal.
Además de la operación realizada al triatleta noruego accidentado durante la carrera de México, Rodríguez también le salvó la vista a un joven argentino que casi pierde un ojo por una lesión en un partido de rugby.
El médico tucumano improvisó una camilla en la caja de la camioneta, apeló a los hilos de sutura que siempre lleva a mano e intervino con una operación casera en medio del campo para reparar una fractura del piso de la órbita.
Autodefinido como “un tipo mentalmente muy fuerte” para soportar tantas horas batallando en solitario contra el cronómetro, el doc Rodríguez destacó el aspecto social de estos desafíos deportivos que, muchas veces, suele dejarse de lado por concentrarse en la faz competitiva.
“Las carreras te nutren más allá de lo físico porque te permiten un contacto directo con culturas y costumbres diferentes a las nuestras, el trato con la gente es fantástico, en este decaIronMan resultó fundamental porque la gente del lugar y los familiares de los corredores te ayudaban en todo, hay un gran espíritu de camaradería”, sostuvo Jorge Ariel Rodríguez, todo un campeón sin necesidad de subir a la cima del podio.
