Su padre músico y su madre bailarina se ilusionaban con verlo continuar el legado artístico familiar pero el asma cambió el curso del destino ya que, por recomendación médica, comenzó a prácticar natación cuando ingresó a la escuela primaria. Se zambulló a la pileta y nunca más colgó las antiparras hasta consagrarse campeón olímpico en los cuatrocientos metros libre de Beijing 2008 donde también conquistó la medalla de plata en doscientos metros de ese mismo estilo. El nadador surcoreano Park Tae Hwan obtuvo el título mundial en los cuatrocientos metros libre gracias a su victoria en la final disputada ayer domingo en la ciudad china de Shangai.
En la pileta larga de cincuenta metros, el campeón olímpico surcoreano de veintiún años con 74 kilos distribuidos en 1,83 de altura cronometró 3 minutos, 42 segundos y 4 centésimas para triunfar con un segundo de ventaja sobre su escolta, el chino Yan Sun, quien se adjudicó la presea de plata con 3m43s24 mientras que el plusmarquista alemán Paul Biedermann quedó relegado al bronce con 3m44s14.
Al ataque desde el inicio, Park Tae lideró al completar la primera pileta para incrementar cada vez más la velocidad, a tal punto que en los primeros doscientos metros se perfilaba para batir el récord mundial de la prueba que finalmente no concretó debido al cansancio que mermó su energías pero no le impidió subir a la cima del podio en esta décimocuarta edición del mundial de natación.
Junto con nadadores como el australiano Ian Thorpe, el estadounidense Michael Phelps y el holandés Pieter van den Hoogenband, el surcoreano Tae Park integra el selecto club de quienes bajaron la barrera de 1m45s en los doscientos metros estilo libre que él completó en 1 minuto, 44 segundos y 85 centésimas.
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