Abogado, esposo de Romina Duer y padre de Gonzalo con quien estrenó paternidad, también integra la nueva camada de runners que arriban a la meta en pruebas de atletismo de calle de diferentes distancias. Como ya lo hiciera en la temporada pasada, Martín Galante se calzó las zapatillas en la tarde del 31 de diciembre para despedir el año colgándose la medalla finisher en la segunda edición de la Corrida San Silvestre Buenos Aires tal como se lo contó a Eldepornauta.com ni bien cruzó el arco de llegada.
Con pasado de tenista federado para el club River Plate, retomó la senda del deporte a través del running porque se trata de una actividad que puede intercalar en los momentos libres de su agenda cargada de obligaciones laborales y compromisos familiares, especialmente ahora con la llegada de su hijo Gonzalo al que sueña acompañar en un Running Kid en un par de temporadas. “Hice mucho deporte cuando era chico, en las pretemporadas jugábamos dos horas de tenis pero también hacíamos ejercicios específicos en el gimnasio y saliamos a correr entre dos y tres kilómetros, ahí le encontré el gusto a correr que ahora volví a poner en práctica, me compré unas zapatillas y empecé corriendo tres kilómetros para ir subiendo progresivamente la distancia”, explicó Martín Galante que a sus 36 años cronometró un tiempo neto de 50m27s para los ocho kilómetros de la Corrida San Silvestre Buenos Aires después de unos meses inactividad en las pistas debido al nacimiento de su hijo.
“El año pasado, con una sensación térmica un poco más alta que los 31 grados de ahora, hice un tiempo de 47m23s que prometo mejorar en la próxima edición”, aseguró al mismo tiempo que confirmó su participación en esta prueba porteña que describió como “ideal para cerrar el año sin presiones con la idea de compartirla con miles de locos que festejamos el 31 de diciembre corriendo a pesar del calor y todo el cansancio que se arrastra después de doce meses de competencias”.
Consultado sobre las razones que lo llevaron a calificar a la San Silvestre Buenos Aires como una carrera especial y diferente al resto de las pruebas del calendario argentino de atletismo de calle, Martín Galante destacó la actitud de sus organizadores, el equipo de trabajo de Sportfacilities que liderado por un como Rody Giordano y su experiencia como director deportivo pero también como atleta, introdujo mejoras con relación a la edición anterior.
“No faltó hidratación durante la carrera, quienes corrimos a más de seis minutos los mil metros también tuvimos esponsas en el último kilómetro, algo que no suele suceder en otras competencias, además hubo puestos con agua mineral tanto antes de la largada como después de llegar a la meta, me gustó el circuito porque abarcó avenidas largas con espacio más que suficiente para correr sin problemas como fue el caso del tramo por avenida Belgrano, se complicaba sobrepasar gente al doblar frente al Congreso de la Nación, el corte de tránsito fue impecable, tuvimos el centro de la ciudad a nuestra disposición, falta que nos respete el peatón porque en varios tramos hubo gente que no respetó las vallas y cruzaba por el circuito”, opinó este runner que se emocionó cuando se desplegó una bandera argentina gigante previo a entonar el himno nacional.
Con asistencia perfecta en ambas ediciones, Martín Galante destacó el comportamiento colectivo que, ahora asistió con un mayor espíritu de celebración y camaradería que no se encuentra en otras carreras. “Se nota que los organizadores van puliendo detalles en cada año, para la próxima podrían incluir pacers que vayan marcando el ritmo, hacer más agil la entrega de chips y retiro de medallas, la San Silvestre Buenos Aires es más que recomendable, es de esas pruebas que sobresalen sobre el resto aunque en el kilómetro séptimo se tenga que pasar por al lado de la llegada cuando se mira como llegan los pelotones mientras a uno le faltaban los últimos y eternos mil metros por la 9 de Julio”, aseveró quien apunta a bajar los 45m47s que hizo en los 8K en La Carrera de Miguel 2011.
“Correr me da gran libertad, me genera una válvula de escape de lo cotidiano, es un momento en el que no se escuchan celulares ni cualquier otra cosa que no sea uno mismo concentrado en trotar en el lugar y horario que toque ese día, las competencias van más allá de ganarle a alguien, me di cuenta que es una buena oportunidad de estar conmigo mismo y conocerme más ante diferentes circunstancias como cansancio, el clima, mis estados de ánimo, en mi caso me pongo metas para ir logrando de a poco, no dependo de los resultados para sentirsme bien”, añadió Martín Galante este año debutó en larga distancia al correr los veintiún kilómetros del Medio Maratón de Buenos Aires en dos horas y veinte minutos.
Melómano roquero que utiliza la música electrónica como banda de sonido para levantar el ánimo al salir a entrenar por los bosques de Palermo, Martín Galante planea incorporarse a un Running Team para concretar su anhelo de correr un maratón. “Sería cumplir un sueño deportivo, respeto mucho la distancia y me saco el sombrero ante quienes corrieron los 42K sin importar el tiempo, sé que algún día lo lograré para dedicarle la medalla a mi esposa y mi hijo que me dan fuerzas para correr”, se despidió después de trotar por las mismas calles del centro porteño que transita a diario pero de traje y corbata.
RESULTADOS SAN SILVESTRE BUENOS AIRES
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