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Logró una distancia inédita bajo techo dando una zancada tras otra sin moverse del lugar. El ultramaratonista noruego Bjørn Tore Kronen Taranger de 39 años batió el récord mundial Guinness al correr 264 kilómetros y medio en 24 horas ininterrumpidas arriba de una cinta de gimnasio reuniendo 12.000 dólares que destinó íntegramente al área de oncología infantil del Hospital Universitario de Haukeland.
En el complejo polideportivo Aktiv365 Paradis de la ciudad noruega de Bergen, el fondista Taranger corrió durante todo el día y la noche a una velocidad promedio de 5m27s para cada mil metros mejorando 3,34 kilómetros la plusmarca global anterior de las 24 horas en cinta.
Con la cinta programada a un ritmo de 11 kilómetros por hora, Taranger se alimentó e hidrató en forma constante ingiriendo bocados de pizza con queso; jamón crudo, frutos secos y gaseosa azucarada.
A lo largo de estas 24 horas, fue acompañado por veinticuatro celebridades -incluido el productor musical y DJ escandinavo Kygo- que cada sesenta minutos se fueron alternando para trotar en una cinta colocada a su lado como una forma de acompañarlo a soportar el esfuerzo mental y anímico que también implica semejante exigencia física.
Consultado sobre si en algún momento pensó en desistir bajándose de la cinta, Taranger sostuvo que sufrió dos muros, uno en la 15° hora y otro tres después pero que salió adelante pensando en los chicos que ayudaría con el dinero recaudado.
En todo momento se motivó con música porque, con volumen muy alto, en los parlantes sonaba el rock de Foo Fighters, Yellowcard, Nomy y su propia banda, Goldenboy.
Como entrenamiento previo, Taranger realizó dos sesiones diarias de running, la última en turno vespertino sobre una cinta de correr para adaptarse física y mentalmente al desafío de trotar 24 horas sin parar.
En agosto pasado, el atleta holandés Paul Zwama estableció el nuevo récord mundial de maratón en una cinta de gimnasio al correr el equivalente a 42 kilómetros en 2h20m45s sin moverse del lugar.
A mediados de marzo, la abogada ciega irlandesa Sinead Kane batió el récord mundial Guinness femenino al correr 130 kilómetros y medio en una cinta de gimnasio bajo techo a lo largo de doce horas. Con 35 años, esta deportista también es la única mujer no vidente que completó siete maratones en una misma semana en siete continentes.
Un estudio multidisciplinario realizado por médicos y fisiólogos europeos constató que correr al aire libre brinda mejores resultados porque se requiere un 15% más de ritmo para igualar sus ventajas cuando se trota en una cinta de gimnasio.
Como corolario de una investigación científica publicada en la revista Applied Physiology, Nutrition and Metabolism se concluyó que la cinta de gimnasio demanda una menor intensidad debido a su propulsión hacía adelante sumado a la ausencia de viento en contra e irregularidad del terreno que debe afrontar todo aquel que corra por afuera de cuatro paredes.
Además, correr por parques, senderos e incluso en grandes urbes es más llevadero desde el punto de vista mental o anímico que la monotonía de hacerlo siempre en el mismo lugar sin cambiar el paisaje ni tener referencias visuales sobre nuestra velocidad como sucede cuando entrenamos a cielo abierto. En contraposición, dependiendo del modelo, la máquina trotadora suele ser menos dura que el asfalto y, por ende, es menos dañiña para las articulaciones.