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Dejó el running para retornar al atletismo de pista pero no logró su objetivo. Tras cuatro temporadas dedicados a los 42K del maratón, el corredor británico de origen somalí Mo Farah compitió en el Meeting de Manchester en Inglaterra, último clasificatorio olímpico, donde corrió los 10 mil metros en 27m47s a diecinueve segundos de los 27m28s exigidos para participar en Tokio 2021 donde anhelaba colgarse la medalla de oro tal como lo hizo en Londres 2012 y Río 2016.
Tres semanas después de finalizar octavo en la Copa de Europa cronometrando 27m50s54, Mo Farah contó con las zancadas de sus compatriotas David McNeil y Ryan Gregson como liebres marcándole el ritmo pero no pudo sostenerlo a partir de la segunda mitad. Recién recuperado de una lesión en un tobillo, el campeón mundial y olímpico no desplegó ese remate final que -corriendo de menor a mayor como una suerte de marca registrada- le dio sus victorias más importantes a nivel internacional.
Poseedor de un récord personal de 26m46s que registró en 2011 en Oregon, Estados Unidos, ahora Mo Farah está afuera de los Juegos Olímpicos ya que el período clasificatorio para los 10 mil metros cerrará este 29 de junio.
Cuádruple campeón mundial gracias a sus triunfos en los 5 y 10 mil metros de Moscú 2013 y Beijing 2015, Mo Farah también conquistó la presea dorada en ambas distancia tanto en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 como en los de Río de Janeiro 2016.
Quinto en el Maratón de Londres 2019 con 2h05m39s, Mo Farah arribó como refugiado en 1993 a Londres donde cursó la escuela secundaria en el Feltham Community College donde el profesor de educación física Alan Watkinson detectó su gran potencial como corredor de fondo tras observarlo jugar al fútbol y lanzar jabalina.
Poco tiempo después, el entonces adolescente Farah conquistó cinco títulos nacionales consecutivos de cross country en la categoría juvenil, además de consagrarse subcampeón europeo junior.