CLIC ACÁ PARA LEER O DESCARGAR GRATIS LA REVISTA Nº6
A pesar de la concentración en la superación personal para colgarse una medalla o mejorar una marca, la actividad sexual se incluye en los festejos por los logros deportivos e incluso para aliviar la tensión previa a una competencia. Como parte de una campaña contra el SIDA y evitar el contagio de enfermedades de transmición sexual, ya se repartieron 9 millones de preservativos en los Juegos Olímpicos de Río 2016, de los cuales, 450.000 se distribuyeron entre los 10.500 atletas de los 205 países participantes.
De acuerdo a lo publicado en diferentes medios como el británico The Guardian y la revista estadounidense Rolling Stone, a los deportistas intervinientes en estos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 se les entregaron un total de 350.000 condones masculinos y 100.000 femeninos sumado a 175.000 paquetes de lubricantes íntimos.
Para una estadía máxima de diecisiete días, en el caso de haber llegado a la ceremonia inaugural y despedirse tras la fiesta de cierre, cada atleta recibirá 42 preservativos que rondaría un promedio de tres unidades por jornada.
Esta iniciativa del Comité Olímpico Internacional (COI) no es algo inusual ya en Londres 2012 se entregaron 150.000 profilácticos mientras que en los Juegos de Invierno Sochi 2014 en Rusia se repartieron 100.000 y en los canadienses Vancouver 2010 casi se triplicó con 250.000.
Si bien no se divulgaron estadísticas oficiales sobre la cantidad de preservativos que fueron usados a lo largo de cada Juego, las autoridades explicaron que la actividad sexual tiene su pico máximo en los días previos y posteriores a la ceremonia inaugural para luego mermar a medida que se desarrollan cada una de las competencias.
Hace ya una década y media en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 se repartieron 70.000 profilácticos pero, al promediar la segunda de sus tres semanas, lo organizadores encargaron 20.000 más a raíz del incremento en la demanda.
Según consignó la revista Forbes, las autoridades gubernamentales de Brasil entregaron en forma gratuita un total de nueve millones de preservativos entre los turistas que visitan Río de Janeiro durante estos Juegos ya que la epidemia de Zika tiene al contacto sexual como una de sus principales fuentes de transmisión.
Como una forma de parafrasear el lema de la ciudad de Las Vegas, la nadadora estadounidense Summer Sanders, al culminar los Juegos de Barcelona 92, afirmó que “lo que sucede en la Villa Olímpica, queda en la Villa Olímpica”.
Tags: Río 2016