Fotos: Dr. Chris Barnes & Ali Barnes
El deporte de las tres disciplinas está de luto. La subcampeona mundial alemana de triatlón IronMan, Nina Kraft, falleció a sus 51 años por causas no especificadas ya que sólo trascendió que sufría una fuerte depresión tras su retiro profesional cosechando la medalla de plata en Hawaii 2002, más el bronce tanto en 2001 como 2003, mientras que su victoria en Kona 2004 fue anulada tras constatarse que incurrió en doping por consumir eritropoyetina EPO tal como ella mismo lo admitió tras devolver los 100.000 dólares del premio.
Confirmada su muerte por los principales medios de comunicación europeos especializados en triatlón e incluso el sitio web Runner’s World, la revista Tri-Mag no descarta que pudiese haber sido un suicido a raíz del desánimo y abatimiento general que habría invadido a Nina Kraft a lo largo de este último lustro.
La propia subcampeona mundial de triatlón IronMan admitió sus pensamientos suicidas cuando, a mediados de 2007, brindó una entrevista a Tri-Mag donde explicó que habría pensado en quitarse la vida hasta que la muerte del ciclista italiano Marco Pantani le hizo ver que había que proyectar y disfrutar más allá del deporte profesional.
Nina Kraft retornó a la pistas tras ser suspendida doce meses y lo hizo a lo grande porque ganó cinco triatlones IronMan, incluyendo los 226K de Luisville 2014 con 9h31m19s para completar 3.800 metros de natación, 180 kilómetros de ciclismo y 42K de running.
Con 61 kilos distribuidos en 1,70 de altura, Nina Kraft tenía un récord personal de 8h58m en los 226 kilómetros de la distancia IronMan. Sin antiparras ni bicicleta, conquistó el Maratón de Tallahasse 2009 con 2h45m y los 42Kde Gasparilla con 2h47m.
Radicada en la costa estadounidense de Florida donde trabajaba como entrenadora, Nina Kraft habría viajado a su Alemania natal al desatarse la pandemia de COVID-19.
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