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Se coronó bicampeón destrozando el cronómetro con el mejor tiempo de la historia en los 113K. El hombre de hierro noruego Kristian Blummenfelt ganó por segunda vez consecutiva el Triatlón IronMan 70.3 de Bareín en el Golfo Pérsico donde estableció el nuevo récord mundial absoluto de esta distancia al completar los 1.900 metros de natación, 90 kilómetros de ciclismo y 21K del medio maratón final en un total de 3h29m04s.
A sus veinticuatro años, el escandinavo mejoró cinco minutos la plusmarca global anterior que desde 2009, hace casi una década, se encontraba en poder de su par alemán Michael Raelert cuando obtuvo el título mundial de esa temporada en Clearwater, Estados Unidos.
Kristian Blummenfelt se impuso con parciales de 21m36s en el agua, 1h56m52 en el ciclismo y asumió el liderazgo con 1h06m58s en los 21K de running.
Dueño de la medalla de bronce tanto en el campeonato mundial de 2017 como en el europeo de 2015, Blummenfelt cruzó la meta en solitario escoltado por sus dos compatriotas, los noruegos Gustavo Iden y Casper Stornes, segundo y tercero con 3h29m25s y 3h33m31s respectivamente.
Considerado el máximo candidato al triunfo, el campeón mundial neocelandés Terenzo Bozzone abandonó por problemas mecánicos en su bicicleta.
Un pinchazo en un neumático lo dejó afuera de las pistas impidiéndole lograr el triplete ya que, en estas últimas dos semanas, conquistó el 70.3 de Sydney y el IronMan de Western Australia luego de cinco meses de rehabilitación por las gravísimas lesiones que sufrió al ser atropellado por un camión mientras entrenaba,
El podio femenino lo encabezó la triatleta británica Holly Lawrence con 3h59m20s siendo la única mujer de esta prueba que bajó la barrera de las cuatro horas que Sarah Lewis y Ellie Salthouse arribaron segunda y tercera con 4hh00m13s y 4h06m25s.
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