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El cronómetro fue pulverizado en el inicio de los Juegos Olímpicos. La joven húngara Katinka Hosszu batió el récord mundial de los 400 metros combinados en Río 2016 donde el británico Adam Peaty registró la nueva plusmarca global de los 100 metros estilo pecho mientras la posta australiana logró el mejor tiempo femenino de la historia de los 4×100 libre.
A sus veintisiete años, dueña de títulos mundiales tanto en pileta larga como corta, Katinka Hosszu se colgó la medalla de oro olímpica que constituía su única asignatura pendiente tras arañar el podio con su cuarto puesto en Londres 2012.
Con 56 kilos distribuidos en 1,72 de altura y bajo la guía técnica de su esposo, el entrenador Shane Tusup del Club SC Vasas de Hungría, Katinka Hosszu nadó los 400 metros medley en 4m26s35 mejorando dos segundos la plusmarca global que, desde Londres 2012, se encontraba en poder de su par china Ye Shiwen.
De esta forma, Hosszu encabezó el podio carioca escoltada por la estadounidense Maya DiRado y la española Mireia Belmonte, segunda y tercera respectivamente.
Además, la posta australiana se impuso en la posta 4×100 libre con 3m30s65 secundada por Estados Unidos y Canadá. El relevo aussie integrado por Emma Mckeon, Brittany Elmslie, Bronte Campbell y Cate Campbell bajó 33 centésimas la plusmarca que Australia registró en los escoceses Juegos de la Commonwealth en Glasgow 2014 con 3m30s98.
En el turno matinal, el velocista británico Adam Peaty nadó los 100 metros estilo pecho en 57s55 que constituyen el nuevo récord mundial. Mejoró 37 centésimas los 57s92 de la plusmarca que él mismo alcanzó a mediados de abril de la temporada pasada.