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Tras prohibir el torneo ajeno Energy for Swim que le valió un juicio en su contra ante un tribunal de los Estados Unidos donde se la acusó de prácticas monopólicas que perjudican a sus deportistas, la Federación Internacional de Natación (FINA) lanzó un nuevo certamen bautizado Champions Swim Series exclusivo para campeones mundiales, medallistas olímpicos, plusmarquistas globales y los número uno del ranking entre los que se distribuirán cuatro millones de dólares en premios en efectivo.
Divididos en equipos de veinticuatro nadadores -doce hombres y doce mujeres- que representarán a un continente e incluso a un sponsor, este nuevo circuito FINA Champions Swim Series constará de tres etapas de tres días –viernes, sábado y domingo- cada una que se desarrollarán desde marzo hasta fines de mayo y que repartirá 2.500.000 de dólares para resultados individuales, 648.000 por derechos de televisación y 956.000 para las postas que suban al podio de relevos sumándose un importe fijo como cachet por zambullirse a la pileta y el pago de todos los gastos relativos a traslado, hospedaje, alimentación y viáticos.
Este nuevo certamen de la FINA duplicará el monto de premios en efectivo que se puso en juego en el reciente campeonato mundial de pileta corta en China y su cronograma estará compuesto por carreras individuales de 50, 100 y 200 metros en estilo libre; pecho; espalda y mariposa más cuatro pruebas de relevos, en todos los casos con sistema de final directa sin pasar por etapas previas clasificatorias.
Con la intención de posicionarlo como el certamen más popular e importante de las competiciones de pileta larga después de los Juegos Olímpicos y el campeonato mundial, el dirigente uruguayo Julio Maglione, en su carácter de presidente de la Federación de Natación Internacional por su segundo mandato consecutivo, calificó al Champions Swim Series como “un torneo innovador que se transformará en una gran vidriera para nuestro deporte en función de dos conceptos claves como la puesta en escena y la promoción de las máximas figuras de nuestro deporte”.
Por su parte, Penny Heyns, titular del comité de atletas de la Federación Internacional de Natación, consideró que el Champions Swim Series será una gran oportunidad para que brillen las estrellas de esta disciplina olímpica en un torneo que impondrá una nueva perspectiva que será bien recibida por los espectadores que asistan a cada evento como así también los televidentes y quienes lo sigan a través de las diferentes plataformas digitales.
Si bien no hicieron siquiera una referencia indirecta a los conflictos surgidos con varias figuras de peso, la creación del Champions Swim Series es la respuesta de la federación internacional para contrarrestar el bloque opositor que impulsa la múltiple campeona olímpica y mundial húngara, Katinka Hosszu tras crear en julio pasado la Asociación Mundial de Nadadores Profesionales para defender los derechos e intereses de quienes compiten en pileta como aguas abiertas ante los cambios reglamentarios establecidos por el ente que rige este deporte.
Como lo informamos en nuestra nota publicada a inicios de diciembre de 2018, Katinka Hosszu junto a sus pares norteamericanos Tom Shields y Michael Andrews iniciaron un juicio contra la Federación Internacional de Natación ante una corte norteamericana de San Francisco acusándola de prácticas monopólicas perjudicándolos con escasos premios e impidiéndoles competir en el torneo Energy for Swim de Turín.
El estudio jurídico que representa a Hosszu, Shields y Andrews también demandó a la FINA en nombre de la Liga Internacional de Natación (ISL) porque la obligaron a cancelar su certamen Energy for Swim alegando que no había solicitado autorización con antelación suficiente.
La FINA había amenazado con dejar afuera de los próximos mundiales y Juegos Olímpicos,a todo nadador que participe en algún evento organizado por la ISL por afuera de su calendario oficial.
Los abogados accionantes aducen que, en realidad, sería una suerte de represalia encubierta porque les rechazaron el pago de 50 millones de dólares que le exigieron para permitir un nuevo torneo para 2019 otorgando mayores premios en efectivo que el circuito oficial.
“Quiero alcanzar una igualdad en nuestro deporte, que los nadadores seamos socios del organismo que la gobierna, ahora somos sus marionetas, la FINA no nos toma en serio y nos impide participar en los certámenes de la ISL que nos brinda más y mejores beneficios”, explicó Hosszu recordando que la Federación Internacional durante 2016 y 2017 tuvo ingresos por 118 millones de dólares pero apenas destinó el 12,5% como premios para los competidores.
Tags: FINA, Katinka Hosszu