Su capacidad de adaptación e inventiva le permiten ejercitarse a pesar del aislamiento preventivo obligatorio por la pandemia de COVID-19. Campeona olímpica de natación en aguas abiertas, la holandesa Sharon van Rouwendaal entrena en una pileta inflable estilo Pelopincho de apenas dos metros de diámetro sujetada desde su cintura por una soga amarrada a un árbol.
Debido al contagio masivo de coronavirus en España, Sharon van Rouwendaal interrumpió su preparación en el centro de alto rendimiento de Sierra Nevada para cumplir la cuarentena en su casa en cuyo jardín instaló la piscina infantil donde practica a diario tal como ella misma lo publicó en su cuenta de la red social Instagram.
“Sólo pude entrenar durante 45 minutos porque el agua está muy fría”, escribió Sharon van Rouwendaal, quien utilizó un traje de neoprene para combatir la baja temperatura.
La discípula del técnico Phillipe Lucas tuvo problemas en la ciudad francesa de Montpellier donde, ante el cierre de los clubes a causa del coronavirus, se zambulló en el mar siendo advertida por dos gendarmes que sería multada con 135 euros si no se retiraba inmediatamente a su hogar. Tal como le sucedió al día siguiente en un lago cercano a la localidad gala de Montpellier.
“Siempre hay una solución, sólo se necesita ser creativo”, afirmó la ganadora de la medalla de oro en los 10 kilómetros del maratón acuático de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
Tags: Coronavirus, COVID-19, entrenamiento, natacion