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Pasaron de la pileta a los estrados judiciales. La múltiple campeona mundial y olímpica húngara Katinka Hosszu, junto a sus pares norteamericanos Tom Shields y Michael Andrews, iniciaron un juicio contra la Federación Internacional de Natación (FINA) ante un tribunal de los Estados Unidos acusándola de prácticas monopólicas perjudicando a sus deportistas con escasos premios en efectivo e impidiéndoles competir en el torneo italiano Energy for Swim de Turín.
En julio pasado como respuesta a sus constantes disputas con las autoridades dirigenciales, Katinka Hosszu creó la Asociación Mundial de Nadadores Profesionales para defender los derechos e intereses de quienes compiten en pileta como aguas abiertas ante los cambios reglamentarios establecidos por la Federación Internacional de Natación que, por segundo mandato consecutivo, preside el dirigente uruguayo Julio Maglione.
Este estudio jurídico que representa a Hosszu, Shields y Andrews ante una corte de la ciudad norteamericana de San Francisco también demandó a la FINA en nombre de la Liga Internacional de Natación (ISL) porque la obligaron a cancelar su certamen Energy for Swim alegando que no había solicitado autorización con antelación suficiente.
La FINA había amenazado con dejar afuera de los próximos mundiales y Juegos Olímpicos,a todo nadador que participe en algún evento organizado por la ISL por afuera de su calendario oficial.
Los abogados accionantes aducen que, en realidad, sería una suerte de represalia encubierta porque les rechazaron el pago de 50 millones de dólares que le exigieron para permitir un nuevo torneo para 2019 otorgando mayores premios en efectivo que el circuito oficial.
“Quiero alcanzar una igualdad en nuestro deporte, que los nadadores seamos socios del organismo que la gobierna, ahora somos sus marionetas, la FINA no nos toma en serio y nos impide participar en los certámenes de la ISL que nos brinda más y mejores beneficios”, explicó Hosszu recordando que la Federación Internacional durante 2016 y 2017 tuvo ingresos por 118 millones de dólares pero apenas destinó el 12,5% como premios para los competidores.
Integrante del relevo olímpico estadounidense que se colgó el oro olímpico en Río 2016 con su victoria en la posta 4×100 combinados, Shields se pronunció a favor del juicio junto a Andrew mientras otras figuras como el actual pechista número uno global, el británico Adam Peaty, y la plusmarquista australiana Cate Campbell, reclamaron públicamente que la Federación Internacional de Natación implemente una política dirigencial a favor de sus deportistas.
La plusmarquista húngara Hosszu embolsó 1.633.750 dólares en premios gracias a 226 victorias a lo largo de cinco temporadas en la Copa del Mundo y sigue sumando nadadores al movimiento que lidera en abierta oposición a la actual conducción de la Federación Internacional.
Tags: FINA, Katinka Hosszu