Tweets por el @Eldepornauta.
Follow @Eldepornauta
Hombre que percibe su identidad de género como femenina, sus victorias arriba de la bicicleta generan la protesta de las rivales que alegan una mayor fuerza y potencia física producto de la diferencia de sexo. Docente canadiense de 37 años, Rachel McKinnon es la primera mujer transgénero que se coronó campeona mundial de ciclismo de pista en modalidad sprint de la temporada pasada en su categoría de edad que, este sábado, intentará repetir en el velódromo inglés de Manchester.
Nacido biológicamente como hombre, esta profesora de filosofía del College of Charleston en Carolina del Sur, siempre se sintió una mujer identificándose con el género femenino y asegura que sus éxitos deportivos son fruto exclusivo de su entrenamiento diario en doble turno pese a que sus adversarias alegan que influye su genética masculina.
Además de su título mundial en sprint femenino para la categoría de 35 a 39 años, también estableció el actual récord global femenino de los 200 metros en velocidad en esa misma franja de edad.
“No tengo más fuerza ni velocidad por haber nacido hombre, esa es la opinión de las perdedoras, en mi historial médico y mi licencia de ciclismo figura que soy mujer, sólo mis detractores insisten en considerarme como género masculino”, afirmó McKinnon en declaraciones formuladas al National Review.
Tras coronarse campeona mundial de pista, la Unión Ciclista Internacional (UCI) adaptó su reglamento tal como lo hiciera el Comité Olímpico Internacional en 2015 permitiendo que compitan ciclistas trans en categorías femeninas siempre que sus niveles de testosterona sean menores a 10 nmol/L durante los últimos doce meses previos a la carrera.
Para poder lograr este mínimo índice de testosterona, para las ciclistas trans no tienen otra opción que medicarse para así cumplir con esta norma que intenta igualar las condiciones físicas con sus rivales.
“Existe un falso estereotipo que asegura que los hombres siempre son más fuertes que las mujeres, la gente piensa erróneamente que hay una ventaja injusta. Al evitar que las mujeres trans compitamos o nos exijan que tomemos medicamentos, nos niegan nuestros derechos humanos”, sostuvo McKinnon tomando como ejemplo a la número uno británica Victoria Pendleton, quien es la mejor arriba de la bicicleta pese a que tiene piernas diminutas.
Por su parte, el departamento de medicina del Instituto Karolinska de Suecia explicó que la supresión de testosterona en deportistas transgénero no disminuye la fuerza muscular en las piernas, ni siquiera después de un año de tratamiento.
Los especialistas nórdicos concluyeron que, después de doce meses de terapia hormonal, una mujer trans probablemente conservará ventajas de rendimiento físico en comparación con una mujer cisgénero, aquella cuyo sexo, genética e identidad coiciden con lo femenino.
Tras la carrera que la consagró campeona mundial femenina de 2018, sus rivales asumieron posturas disímiles ya que la ciclista holandesa Caroline van Herrikhuyzen, a quien relegó al segundo puesto, apoyó a McKinnon mientras su par estadounidense Jennifer Wagner adujo que fue un resultado injusto porque se mantienen las ventajas físicas propias de quienes nacen hombres.
Tags: ciclismo, mujeres, mujeres trans, transgenero deporte