Durante su adolescencia formó dos sociedades, una deportiva y otra comercial que le depararon resultados inigualables tanto en la pileta como en su cuenta bancaria. En su época de torneos intercolegiales de la escuela secundaria se incorporó al equipo del entrenador Bob Bowman, quien lo convirtió en el máximo campeón olímpico de la historia con 22 medallas -de las cuales, 18 son de oro- y aún continúa bajo su guía técnica en este retorno a las competencias tras retirarse en Londres 2012. Sin embargo, tras catorce temporadas en que lo tuvo como su principal embajador, la empresa de indumentaria deportiva Speedo no le renovó el contrato publicitario al plusmarquista estadounidense Michael Phelps, quien percibía 3.600.000 dólares anuales que ahora compenzaría lanzando su propia marca de mallas de competición.
Con la mira en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, Michael Phelps retorno al circuito profesional hace un mes en el Grand Prix de Meza en Arizona con un segundo puesto por detrás de Ryan Lochte mientras hace diez días triunfó en los 100 metros estilo mariposa de Charlotte en Carolina del Norte donde ya no promocionó ningún traje de baño.
Considerado como el mejor nadador de todos los tiempos, Michael Phelps también es el número uno a la hora de sumar patrocinadores y la revista Forbes llegó a calcularle un capital cercano a los 100 millones de dolares.
Sin el apoyo de Speedo, El Tiburón de Baltimore transita su último año de los cuatro pactados con la marca de ropa técnica Under Amour que le reportó un ingreso de 5 millones de dólares y, a pesar de sus dos años de inactividad, la compañía Procter & Gamble se mantuvo como uno de sus sponsors más importantes con un cifra que no fue dada a conocer pero tendría ocho cifras.
La cuenta bancaria de Michael Phelps también se engrosa con los billetes que desde hace una década le deposita la tarjeta de crédito Visa mientras en 2008 fue contratado por la cadena de comidas rápidas Subway, los relojes Omega, las computadoras HP, la corporación hotelera Hilton y la marroquineria francesa de alta gama Louis Vuitton.
Sin derrotas en la pileta, el único negocio trunco resultó ser el apoyo de Kellog’s, líder en cereales, que le rescindió el contrato publicitario cuando salieron a la luz las fotos donde se veía a Michael Phelps fumando una pipa de agua con marihuana durante una fiesta privada.
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