Considerado como el número uno de la natación de todos los tiempos y máximo campeón olímpico de la historia gracias a sus dieciocho medallas de oro, recibió su segunda condena judicial por conducir en estado de ebriedad. Este viernes, tras el incidente de 2004, una década atrás con apenas diecinueve años, que le costó 18 meses de libertad condicional, el plusmarquista estadounidense Michael Phelps recibió una pena de 1 año y medio de prisión en suspenso tras declararse culpable de manejar su automóvil a exceso de velocidad cuando estaba bajo los efectos del alcohol, adicción que lo llevó a cumplir una reciente internación de seis semanas en un centro de rehabilitación del que fue dado de alta anunciando que volverá a competir en agosto próximo durante la Copa del Mundo de Francia 2015.
A fines de septiembre, Michael Phelps fue detenido por la polícia en una ruta de su Baltimore natal al constatarse que había excedido el límite máximo de velocidad a bordo de automovil Land Rover que manejaba con 0,14% de alcohol en sangre, casi el doble del porcentaje legalmente permitido que la normas establecen en 0,08%.
Vestido con traje y anteojos oscuros, un Phelps de gesto adusto escuchó al jjuez del distrito de Maryland, Nathan Braverman, aplicarle una sentencia de 1 año y medio de prisión en suspenso, lapso en el que deberá abstenrse de beber alcochol al mismo tiempo que continuará el tratamiento contra su adicción.
De acuerdo a lo establecido por el magistrado de primera instancia, Phelps podrá salir de los Estados Unidos tanto para competir como entrenar pero siempre que no interrumpa el programa de rehabilitación.
“Durante los 45 días de internación me conocí a mi mismo, descubrí cosas que antes no veía, ahora cuento con las herramientas para salir adelante en mejor forma, estoy arrepentido de lo sucedido”, afirmó Phelps acompañado de su abogado Steven Allen, quien añadió que el mejor nadador de la historia asiste a reuniones de Alcohólicos Anónimos además de sesiones de rehabilitación en una clínica especializada de Baltimore.
La sanción judicial se sumó al castigo deportivo que previamente sufrió por parte de la federación norteamericana que, alegando que su conducta perjudicó la imagen de la natación, suspendió a Phelps por seis meses impidiéndole participar tanto del campeonato mundial de pileta corta Doha 2014 como de pileta larga que tendrá lugar el próximo año en la ciudad rusa de Kazán.
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