Los 42K representan la distancia con la que sueña todo fondista, ella lo hizo realidad al por mayor colgándose 64 medallas finisher subiendo a más de una veintena de podios en la prueba con mayor mística del atletismo de calle. Pimera mujer en correr una competencia de 42 kilómetros en suelo argentino, la atleta Stella Maris Del Papa visitó el programa Nº230 de Eldepornauta RADIO, a través de la emisora de Shimano, donde brindó consejos para aplicar antes, durante y después del Maratón de Buenos Aires que la volverá a tener como una de las pacers que marcará el ritmo de miles de participantes.
El running es parte de su vida, corrió hasta el séptimo mes de gestación y volvió a calzarse las zapatillas semanas después de dar a luz, también entrenó el día del fallecimiento de su hermana melliza sirviéndole como catarsis en un momento de profunda tristeza. En los bosques de Palermo improvisó un óvalo de trescientos metros como pista a la que daba vueltas alrededor de sus dos hijos que jugaban entre ellos. Ahora, como sucede una edición tras otra, fue designada como liebre para guiar el paso de quienes quieran correr a 6m30s cada uno de los 42 kilómetros del Maratón de Buenos Aires 2015.
“Cada vez que me eligen pacer siente orgullo y alegria pero, sobre todo, una responsabilidad muy grande ya que al ser el último pacer, soy la que llevo adelante al pelotón de los novatos, aquellos que debutan en los 42K, tienen poca experiencia o quedaron rezagados”, sostuvo la ganadora del Maratón del Fin del Mundo en Ushuaia.
Casada con Jorge Salomón, otro deportista todo terreno en cuya vitrina brillan 51 medallas finisher en 42K y una presea en ultramaraton siendo un referente en su categoría de edad, Stella Maris Del Papa recomendó no saltearse ningún puesto de abastecimiento e hidratación como forma de retrasar la aparición de fatiga.
“Cuando el agua se entrega en vasos de cartón o plático, hay que cerrarlos para que se forme un piquito y así no derramaremos líquido sobre nosotros mientras corremos, no tomarse todo de golpe, es preferible beber pequeños sorbos pero en forma constante sin deseperarse ni empujar a nadie, tenemos que darle calidad a nuestro deporte, respetarnos entre todos”, explicó la primera dama del maratón cuyo organismo está acostumbrado a no ingerir alimentos sólidos durante la competencia.
En plena cuenta regresiva a la señal de largada, Stella Maris Del Papa recomienda que, durante las dos semanas previas al maratón, se corra poca distancia centrándose en la calidad. “Hay que tener presente que el descanso es parte del entrenamiento, no tenemos que dejarnos llevar por la ansiedad lógica de los días previos a la carrera, hay que reservar las energía y el impulso anímico para el día del maratón, una prueba que todo corredor debería hacer al menos una vez en su vida”.
Temido tanto por campeones olímpicos como por quienes sólo anhelan cruzar la meta sin importar el cronómetro, el paso de los treinta kilómetros es popularmente conocido como El Muro cuyo síntoma suele ser una combinación de dolores, calambres, fatiga y fastidio.
“Los doce kilómetros finales del maratón no dependen de las piernas, se sigue adelante a puro corazón y cabeza ya que el aspecto mental es fundamental, todos los pensamientos tienen que enfocarse en la llegada, algunos pueden llevarse auriculares para motivarse con la música, no es mi caso, cuando entreno me gusta escuchar los sonidos de la naturaleza y, en las competencias, trato de estar lo más atenta posible a las señales del cuerpo”, opinó Stella Maris Del Papa cuyas primeras zancadas las dio en el verano de 1977 impulsada por su madre y la tía Elsa, quienes practicaban jogging como se denominaba en ese entonces al atletismo de calle, una práctica reservada a unas pocas mujeres que debían soportar los bocinazos de los automovilistas que les gritaban que vayan a lavar los platos.
“Tuvimos que derribar muchos prejuicios machistas, fruto del desconocimiento, corríamos con la indumentaria que teníamos a mano ya que no había prendas ni calzado deportivo especializado como ahora que tenemos modelos específicos para mujeres o que varían según el peso, la distancia y el terreno, corrí mis dos primeras temporadas con el mismo par de zapatillas de lona que ni siquiera eran deportivas”, rememoró esta fondista autodidacta que alcanzó un récord personal de 3h09m en los 42K del maratón.
Próxima a cumplir cuatro décadas en el running e impulsada por el periodista Luis Frontera que también gasta suelas trotando en el asfalto, la porteña Stella Maris del Papa publicó su autobiografía Maratonista de Alma en el que relata como el deporte la ayudó a sobreponerse a una adolescencia e infancia signada por el fallecimiento de su padre, las carencias económicas y el maltrato de las monjas que dirigian el colegio donde la internaron como pupila.
Las mujeres cumplen un rol preponderante en la actual popularidad del running, en algunas pruebas superan el 30% del total de inscriptos, algo impensado a mediados de los años setenta.
“En el ’86 salí subcampeona argentina pero no había muchas mujeres que se dedicaran a los 42 kilómetros, una de ellas era Graciela Vargas, una gran atleta entrenada por Manolo Rivera que me ganó el título nacional, tiempo después surgieron corredoras realmente admirables como Stella Maris Celles y Griselda González, cuyas 2h30m de 1977 siguen siendo el récord argentino femenino de maratón”, añadió Del Papa, destacando el potencial de los jóvenes que continúan el rumbo marcado por figuras como Antonio Silio, Rubén Aguiar, Marcelo Cascabelo y Marita Peralta.
El entrenamiento diario posibilita que completar un maratón no dependa de un milagro aunque ella canaliza su fe en las pruebas de larga distancia. “Soy muy creyente, siempre me encomiendo a quien nos mira desde arriba, cuando corro disfruto de una conexión especial con Dios, siento una energía especial y espiritual que me da una perspectiva diferente de los problemas”.