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Sin liebres también destrozan el cronómetro. A pesar de la determinación adoptada por los organizadores que este año no contrataron a pacers que marquen el ritmo al pelotón de punta, los atletas keniatas Dickson Chumba y Florence Kiplagat lograron sendas victorias en el estadounidense Maratón de Chicago 2015, una prueba que junto a Tokio, Londres, Berlín, Nueva York y Boston integra el World Major Marathon, una suerte de Grand Slam de los 42K.
A sus veintinueve años, Chumba triunfó al correr los 42 kilómetros en 2h09m25 superando por veinticinco segundos a su compatriota Sammy Kitwara, subcampeón por segunda temporada consecutiva que ahora tuvo al keniata Sammy Ndungu en tercera colocación entre un total de 45 participantes.
Al igual que su compatriota Chumba pero en la rama femenina, Florence Kiplagat de veintiocho años subió por primera vez a la cima del podio en estos 42K de Boston y lo hizo con 2h23m33s a pesar del viento en contra que sopló con fuerza durante más de la mitad del recorrido.
Dueña del récord mundial de 21K con 1h05m09s en Barcelona, Kiplagat cruzó la meta con diez segundos de ventaja sobre su escolta, la etíope Yebrgual Melese seguida de su compatriota Birhane Dibaba.
“Amo a mis dos hijas a quienes les prometí que ganaría saltando bajo el arco de llegada”, explicó Kiplagat cuyo última victoria la había logrado en Berlín 2013 y que ahora se tomó revancha de la edición pasada cuando, en este mismo escenario de Chicago, mermó su ritmo en el tramo final para terminar tercera.
Consultado sobre la ausencia de liebres para la elite profesional, el director deportivo Carey Pinkowski consideró que fue una medida tendiente a dotar al maratón de “más estrategia, mayor táctica e incrementar el nivel competitivo desde el inicio a fin”. En el segundo circuito más veloz del mundo después de Berlín ya que en Chicago se registraron tres de los mejores tiempos de la historia de los 42, Sammy Kitwara llegó a cinco minutos de las 2h04m28s del año pasado.