Foto: Matt Marton / AP
Tweets por el @Eldepornauta.
Follow @Eldepornauta
Bicampeón olímpico tanto en 5.000 como 10.000 metros en pista, ahora obtuvo su primera victoria en 42K. Bajo la lluvia, el atleta británico de origen somalí Mo Farah ganó el Maratón de Chicago 2018 en Estados Unidos gracias a sus 2h05m11s que se convirtieron en el nuevo récord europeo de esta distancia y la décima mejor marca de la temporada.
A sus 34 años con 65 kilos en 1,75 de altura, Mo Farah desplegó una estrategia negativa al completar la segunda mitad del recorrido más rápido que la primera ya que cronometró 1h03m06s para los 21K iniciales y 1h02m05s para el segundo medio maratón.
Arma letal en sus épocas de pista, Farah apeló a la velocidad de su sprint final porque, cuando faltaban seiscientos metros para la meta y tras mirar para atrás calculando la diferencia que le llevaba a sus perseguidores, metió un cambio de ritmo que relegó al resto a pelear por la segunda ubicación.
Con una zancada larga pegando los talones casi contra los lumbares, superó por trece segundos a su escolta, el etíope Mosinet Geremews, segundo con 2h05m20s por delante del japonés Suguro Osako cuyas 2h50m50s le valieron la tercera ubicación entre un total de 50.000 competidores.
Después de su debut en 42 kilómetros en el Maratón de Londres con 2h08m21s y su segunda vez en la distancia en abril de este año en ese circuito de la capital inglesa, cuando registró 2h06m21s sin poder subir al podio en ninguna de las dos pruebas, Mo Farah ahora se llevó la victoria mejorando 37 segundos la plusmarca europea de 2h05m48s que el atleta noruego Sondre Nordstrad Moen alcanzó en diciembre pasado.
Hace cuatro meses Farah conquistó la Great Manchester corriendo los 10K en 28m27s tras abandonar el equipo Nike Oregon Project rompiendo todo vínculo con el entrenador cubano norteamericano Alberto Salazar, múltiple ganador del Maratón de Nueva York devenido en formador de grandes figuras del running que está siendo investigado por la Agencia Antidopaje de los Estados Unidos a raíz de las sospechas de promover el uso de sustancias ilícitas para mejorar el rendimiento deportivo.
De regreso a Londres -donde vive junto a su esposa Tania Nell, sus hijos gemelos Aisha y Amani de cuatro años y Husseis de dos, más Rhianna, fruto de una pareja anterior-, Mo Fara ahora tiene como entrenador a Gray Lough, esposo de la ya retirada atleta olímpica británica Paula Radcliffe a quien guió convirtiéndola en campeona mundial con récord femenino global absoluto de los 42K en 2h15m.
Entre las mujeres triunfó la keniata Brigid Kosgei con 2h18m35s, la tercera mejor marca femenina en las 41 ediciones del Maratón de Chicago como una suerte de revancha tras el sabor agridulce del segundo puesto del año pasado. Aventajó por 2m43s a la etíope Rosa Dereje que culminó segunda seguida de su compatriota Shure Demise, tercera con 2h22m15s.