Photo: Richard Lam / RUNVAN®
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Sin un técnico que planifique el volumen e intensidad de su entrenamiento, el autodidacta del running debutó como profesional subiendo a la cima del podio. El fondista japonés Yuki Kawauchi ganó el Maratón de Vancouver gracias a correr los 42 kilómetros en 2h15m01s que constituyen el nuevo récord de las 47 ediciones de esta prueba cuya rama femenina tuvo como vencedora a su flamante esposa Yuko Mizuguchi, quien triunfó con 2h41m28s.
Apenas diecinueve días después de finalizar 17° en el estadounidense Maratón de Boston con 2h15m29s donde en 2018 se llevó la victoria, el nipón Kawauchi se colgó su 94° medalla finisher en 42K incluyendo 73 tiempos por debajo de las 2h16m y 89 en menos de 2h20m sin abandonar ni siquiera una vez. A principios de esta temporada, conquistó los 21K Lok Wah 100 Minutes de Hong Kong al cronometrar 1h06m07s.
A sus 31 años con 62 kilos en 1,74 de altura, Kawauchi mejoró tres minutos y medio la plusmarca del BMO Vancouver Maratón que desde 2015 se mantenía en poder de su par keniata Luka Chelimo, a quien ahora relegó a la tercera ubicación por detrás del también africano Feyera Gemeda que terminó segundo.
Maratonista serial que corrió veinte 42K en menos de 2h11m, y doce por debajo de las 2h16m en tan sólo un año, Kawauchi se convirtió en el único japonés que ganó los 42K de Vancouver desde que en 1999 lo hizo su compatriota Atsunari Saito.
Según lo anunció públicamente a la semana siguiente de adjudicarse el Maratón de Boston, uno de los seis 42K que integra el World Marathon Major, Kawauchi a partir de este mes de enero de 2019, dejó su empleo en una oficina estatal japonesa en la que trabaja ocho horas diarias de lunes a viernes para dedicarse íntegramente al running. Su objetivo consiste en clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 explotando su potencial como imagen de eventuales sponsors que abulten su cuenta bancaria.
Además de competir en un promedio de un maratón por mes, Kawauchi realiza un entrenamiento impensado en el atletismo profesional ya que corre todos los días de la semana sin tomarse una sola jornada de descanso participando en cuatro pruebas por mes, la mayoría de distancias superiores a 21 kilómetros.
A diferencia de los corredores profesionales que tienen jornadas de doble o triple turno, Kawauchi sólo entrena una vez al día sumando un volumen semanal que promedia los 150 kilómetros sin contar las competencias.