En el Tour de France 2015 más de una decena de sus rivales se retiraron debido a caídas y lesiones pero él continúo adelante sin saber que también abandonaría a raíz de un tumor que ahora, ya extirpado, no le impidió retornar a enfermedad que entristeció a todo el pelotón. A sus 38 años, apenas tres meses después de pasar por el quirófano superando un cáncer testicular, el ciclista italiano Iván Basso volvió a subirse a la bicicleta pedaleando los cien kilómetros de la Marcha Cicloturística de Valencia en España.
Especialista en las Grandes Vueltas como lo ratifica su condición de bicampeón del Giro de Italia gracias a sus victorias de 2006 y 2010, sumado a dos podios en el Tour de France con su segundo puesto en 2005 luego de finalizar tercero en la temporada anterior de esta prueba en la que, dos años antes, conquistó el maillot blanco que identifica al mejor ciclista joven de la ronda gala donde en julio pasado sufrió una caída en la quinta etapa en cuya revisión médica constataron que padecía un tumor en el testículo izquierdo que no tenía vinculación alguna con el accidente ni su actividad deportiva.
Ante los 2.000 ciclistas que levantaron pancartas con la frase Fuerza Basso, el bicampeón del Giro de Italia fue uno más de los participantes de esta décima edición de la Marcha Cicloturística de Valencia que recaudó dinero destinado a una fundación que ayuda a pacientes con parálisis cerebral.
Si bien todavía no tiene el alta médica para reinsertarse en el ciclismo profesional, Iván Basso se encuentra en condiciones de rodar largas distancias luego de dos meses en los que fue subiendo los volúmenes en forma paulatina tal como el mismo lo contó en una entrevista publicada por el diario español ABC.
“Cuatro semanas después de la operación, volví a subirme a la bicicleta sintiendo fuertes dolores que mermaron a medida que transcurrían los días, empecé con una bici de paseo en posiciones más cómodas que las de un modelo de competición, eran apenas treinta minutos acompañando a mis hijos al colegio, así descubrí la verdadera dimensión e importancia de la bicicleta como medio de transporte más allá del alto rendimiento deportivo”, explicó el integrante del equipo Tinkoff que, tal como lo constató su médico, esta enfermedad no fue provocada por las sustancias dopantes que él reconoció haber consumido hace ya más de una década.
Dueño de una victoria de etapa en el Tour y de media docena en el Giro, Iván Basso anhelaba cerrar su trayectoria deportiva profesional como escudero del español Alberto Contador aportándole su experiencia para llevar los colores del equipo Saxo Tinkoff a la cima del podio en París.
Con setenta kilos distribuidos en 1,80 de altura, Iván Basso es un referente del ciclismo de ruta que transitaba una segunda etapa en su carrera profesional luego de una suspensión de dos años en 2006 por incurrir en doping.
En el marco de la popularmente conocida como Operación Puerto, la guardia cívil española desbarató una red de tráfico de sustancias ilícitas para mejorar el rendimiento deportivo e identificó a Basso como cliente bajo el apodo de Nº2 y Birillo. Cumplida la pena, retornó a las rutas a una edad en la que la mayoría se baja de la bicicleta mientras él se subía al podio demostrando que su talento vencía a las hojas del almanaque, ahora intentará hacer lo mismo en su desafío más difícil.