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Considera como la gran potencia del running, dará una zancada a favor del juego limpio. La Federación Keniata de Atletismo impedirá que cualquiera de sus corredores, lanzadores y saltadores represente al país en las competencias internacionales más importantes si incurrieron en casos de doping aunque ya hubiesen cumplido la sanción correspondiente.
A través de una entrevista publicada en el diario Daily Nation de la ciudad de Nairobi, el presidente del atletismo keniata, Jackson Tuwei, anunció que implementerá una política antidoping más severa excluyendo de por vida a cualquiera de sus deportistas que haya consumido o facilitado sustancias ilícitas para mejorar el rendimiento deportivo.
“En el pasado mundial de Londres 2017, el campeón olímpico estadounidense Justin Gatlín fue abucheado por el público pese a que ya expiró su suspensión, no quiero que algo así se repita con una atleta de Kenia, no permitiremos que ningún persona que se haya dopado represente a nuestro país aunque haya cumplido su sanción”, afirmó Tuwei.
A fines de septiembre pasado, la Agencia Mundial Antidopaje (WADA) informó que Kenia es uno de los tres países con más casos de doping en todo el deporte a nivel mundial, correspondiendo el 95% a corredores de larga distancia.
Según la World Anti-Doping Agency, un total de 138 deportistas kenianos dieron positivo por utilizar productos ilícitos a lo largo de los últimos catorce años desde 2004 hasta el pasado 1 de agosto.
De acuerdo a las estadísticas oficiales, el 95% de los casos fueron protagonizados por corredores de 21 y 42 kilómetros que son las dos pruebas en las que se centra la mayoría de los exámenes de sangre y orina.
“El doping es algo común en Kenia pero todavía se implementa en forma poco sofisticada, oportunista y descoordinada, los atletas de menor nivel recurren a un esteroide anabolizante como la nadrolona que fomenta la masa y fuerza muscular, está al alcance de la mano y es barato pero generalmente los detectan en el primer test”, explicó el director de inteligencia e investigaciones de la WADA, Gunter Younger, al presentar las conclusiones de su informe en Nairobi.
En declaraciones formuladas al diario local Daily Nation, Younger sostuvo que “el dopaje en Kenia es drásticamente diferente al resto de los países porque sus médico o profesionales de la salud no tienen suficiente conocimiento en la materia”.
A diferencia del caso ruso, la WADA consideró que no hay evidencias sobre la existencia de un sistema institucionalizado o una red criminal de distribución de sustancias dopantes.
En Nairobi, capital de Kenia, se instalará el primer laboratorio antidoping de África Oriental que será solventado por la Unidad de Integridad de Atletismo (AIU) con apoyo de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) y el Grupo Lancet de África del Este.
Una vez que entre en funcionamiento este laboratorio en la principal ciudad de Kenia, no se necesitará trasladar a Sudáfrica y Europa aquellas muestras de sangre y orina extraídas en competencias o entrenamientos celebrados en África Oriental.
Como antecedente reciente, la keniata campeona olímpica de maratón en Río 2016, Jemina Sumgong cumple una suspensión de cuatro años desde que un análisis médico sorpresivo fuera de competición detectó que uso EPO. Su compatriota Kipyegon Bett, fue castigado por doping tras colgarse la medalla de bronce en la final de los 800 metros llanos en el mundial de la capital inglesa.