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(*) por Darío Linkowski
El ciclismo MTB de competición es uno de los deportes más duros del mundo. Como toda disciplina de resistencia, las sensaciones del esfuerzo resultan masoquistas. Aquellos ciclistas exitosos logran disfrutar un sufrimiento corporal que sería impensado para quienes no se suben a una bicicleta.
La acidez concentrada, la aceleración del trabajo cardíaco, la falta de sustratos energéticos y la imposibilidad de mantener la velocidad de contracción muscular necesaria para sostener la ventilación producen un dolor de piernas, un golpeteo en el pecho y un estado de semi conciencia que nos hacen ver como zombies arriba de la bicicleta tratando de alcanzar al rival de turno.
¿Cómo sostener la velocidad en esta situación? sólo con la voluntad, una virtud que marca la diferencia entre ganar y perder. No olvidemos que la VOLUNTAD también se entrena.
(*) por Darío Linkowski
Graduado de Profesor Nacional de Educación Física en el INEF José Ingenieros, cursó la licenciatura en Fisiología del Trabajo Físico e integró la cátedra de fisiología del esfuerzo en la Universidad General San Martín.
Durante más de una década se desempeñó como entrenador de la Federación Argentina de Ciclismo de Montaña FACiMo y dirigió el Centro de Entrenamiento MTB Argentina.
Entrenador de nivel 3 de la Unión Ciclista Internacional UCI, formó parte del cuerpo técnico de la selección argentina de ciclismo de montaña en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, los Panamericanos de Río de Janeiro 2007, siete campeonatos mundiales y diferentes Copas del Mundo.