Foto: Lachlan Cunningham, Getty Images
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Ganador de una docena de medallas olímpicas, seis de ellas de oro, el plusmarquista estadounidense Ryan Lochte retornó a la natación coronándose campeón norteamericano de los 200 metros combinados tras cumplir una suspensión de un año y dos meses como penalidad por aplicarse una inyección intravenosa sin contar con autorización previa pese a que se trató de una sustancia legal.
En julio de 2018, la Agencia Estadounidense Antidopaje (USADA por sus siglas en inglés) le aplicó a Lochte una pena de catorce meses marginado de las competencia oficiales, excluyéndolo del reciente mundial de pileta larga celebrado en Corea del Sur, porque consideró que el campeón olímpico infringió las normas vigentes al utilizar sin permiso una dosis superior al límite permitido de diez mililitros en doce horas aunque se inyectó vitamina B que no integra el listado de sustancias prohibidas.
A pesar del tiempo transcurrido sin competir que genera un impacto más negativo en un deportista de elite que acaba de cumplir 35 años, edad en que la mayoría de los nadadores ya se retiraron del alto rendimiento, Ryan Lochte nadó los 200 metros combinados en 57s76 segundos que le valieron su 27° título estadounidense y lo posicionó en el 11° puesto del actual ranking mundial siendo cuarto en su país, sólo por detrás de sus compatriotas Chase Kalisz , Michael Andrew y Abrahm Devine.
Lochte mejoró doce centésimas los 57s88 que logró en el testeo previo que lo muestra perfilado para clasificar a Tokio 2020 que sería su quinto Juego Olímpico aunque él mismo reconoció que esta victoria le costó muchísimo más que hace una década.
Además de su triunfo en 200 metros combinados, Lochte también se zambulló en otras tres pruebas del reciente campeonato estadounidense de natación donde culminó 37° en 200 libre, cuarto en la final C del hectómetro estilo mariposa y quedó afuera de la final B en 100 espalda.
Durante sus catorce meses de suspensión, Lochte continuó nadando al mismo tiempo que cumplió seis semanas de tratamiento contra el alcoholismo en una clínica especializada en combatir adicciones y también intervino en la versión de celebridades del reality show televisivo Gran hermano.
El legajo de Ryan Lochte ya acumulaba otra sanción porque, hace dos temporadas, la federación estadounidense de natación lo suspendió diez meses por radicar una falsa denuncia ante la policía brasilera para ocultar los desmanes que, junto a otros tres compañeros de equipo, protagonizó cuando celebró en total estado de ebriedad sus triunfos en los Juegos Olímpicos de Río. Esta pena le costó una pérdida de más de dos millones de dólares a raíz de la rescisión de sus contratos publicitarios.
Con 84 kilos distribuidos en 1,88 de altura, Ryan Lochte se colgó doce medallas olímpicas, de las cuales, seis son de oro, tres de plata y las otras tres de bronce.
Múltiple campeón mundial, Lochte también fue distinguido con el premio SwimSwan Swammy Award al ser votado como el número uno de la natación estadounidense de 2013, sumado a que la Federación Internacional de Natación lo nombró como el mejor a nivel global en tres temporadas diferentes.
Su historial deportivo abarca 90 preseas internacionales siendo 54 doradas, 22 de plata y las otras 14 de bronce incluyendo Juegos Olímpicos, campeonatos del mundo, panamericanos y torneos Pan Pacific.