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Se puede consumir como colación, en el desayuno, almuerzo o cena y también antes o después de cada entrenamiento. Un estudio médico publicado en el Journal of American Collage of Nutrition determinó que el kiwi es la fruta más completa siendo ideal para deportistas gracias a su aporte mutlivitamínico al mismo tiempo que actúa como un antioxidante natural, refuerza el sistema inmunológico, brinda mucho potasio evitando calambres y contribuye a bajar de peso.
Ubicado en la cima de las veintisiete frutas más completas, un kiwi cuenta con el 83% de la vitamina C recomendada para consumir en un día ya que duplica la cantidad que da una naranja favoreciendo la absorción de hierro siendo clave para contrarrestar casos de anemia.
Quienes necesiten bajar de peso o estén haciendo dieta, encontrarán una buena alternativa en el kiwi porque genera sensación de saciedad con apenas 55 calorías cada 100 gramos que equivalen a un kiwi mediano promedio.
Se recomienda como colación previa a un entrenamiento liviano de running, ciclismo o natación porque facilita la digestión evitando que la fermentación de los alimentos produzca gases o molestias estomacales.
Su alto contenido de agua sirve para hidratarse previo a correr o pedalear e incluso para reponer líquidos una vez finalizada la actividad física.
También es una muy buena opción para ingerir dentro del período de ventana metabólica -aquellas dos horas inmediatamente posteriores a una competencia o entrenamiento exigente- porque su alto nivel de potasio colabora con una mejor recuperación muscular y combate los calambres.
Pudiéndose incorporar a licuados o ensaladas, el kiwi mejora la producción de fibras de colágeno que son la base para adquirir mayor flexibilidad y resistencia en los tendones y ligamentos.
También regulas los niveles del colesterol malo y, a través del magnesio, combate la ansiedad y el stress.
Durante el otoño e invierno se convierte en la mejor alternativa para decirle adiós a los resfríos.
Sus propiedades antioxidantes refuerzan el sistema inmunológico y mejoran la circulación.
Originario de China donde crecía en forma silvestra hasta que, hace ya 300 años, se comenzó a cultivar en las laderas del Himalaya, y los misioneros españoles lo llevaron a principios del siglo veinte a Nueva Zelanda donde los nativos lo bautizaron kiwi por su simitud con un ave no voladora autóctona de esa isla de Oceanía.
Tags: alimentación, nutrición