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(*) desde Estados Unidos por Steve Hammy Handwerker
El atletismo de calle siempre me pareció un buen parámetro para medir el crecimiento de la mujer en el deporte en general ya que se trata de una disciplina infinitamente más accesible que el triatlón, ciclismo, natación, kayak o los numerosos deportes de pelota o que insumen un gran costo en equipamiento. Además, el pedestrismo es una actividad unisex dentro del fitness o los deportes de resistencia. En los Estados Unidos, las mujeres despegaron cuando Joan Benoit (Samuelson) ganó el maratón de los Juegos Olímpicos de Los Angeles 1984. A partir de ahí, se incrementó la participación femenina y coincidió con la aparición de nuevas pruebas de 42 kilómetros en el calendario norteamericano.
Ahora tenemos más carreras en diferentes ciudades y así resulta más accesible graduarse de finisher, algo que se refleja en las estadísticas ya que, desde fines de los años ochenta, se duplicó la cantidad de mujeres maratonistas, un cambio favorable generado por la semilla plantada por la corredora estadounidense Joan Benoit cuando ganó la medalla de oro en los 42 kilómetros de Los Ángeles 1984 que fueron los primeros Juegos Olímpicos de la historia que tuvieron en su cronograma al maratón femenino.
A partir de ese momento, las mujeres volcaron en masa a correr pruebas de distancias menores como cinco y diez kilómetros para luego afrontar el desafío del maratón.
El segundo hecho que marcó un cambio en el atletismo popular de Estados Unidos ocurrió en 1994 cuando la número uno de las conductoras televisivas, Oprah Winfrey, corrió en 4h29m los 42K del Maratón de los Marines en Washington DC tras adelgazar 36 kilos.
Lograda bajo la lluvia, su marca no ingresó en la historia del deporte ni le valió el podio en su categoría de edad pero su actitud cobró enorme trascendencia mediática porque demostró que no se trata de una meta imposible de lograr sino de una distancia que todos pueden completar si respetan un plan alimenticio saludable y cumplen con un entrenamiento constante.
En la última década surgieron nuevas razones para que el número de mujeres pegara otro salto en cantidad y calidad gracias a las fundaciones y grupos que luchan contra enfermedades terminales como el Team in Training (TNT). Estos grupos hicieron que tanto hombres como mujeres salieran a correr antes o después de su jornada de trabajo e incluso mejoraron sus hábitos alimenticios.
Surgieron carreras gratuitas y algún que otro viaje pago para participar en otras ciudad, los maratones se expandieron a través de USA, lo mismo que la cantidad de remeras púrpura de la TNT y Spandex, al punto de que se perdiera la sensación especial de los que comenzaron con este deporte y que el entusiasmo de los corredores de remeras de color púrpura se volviera molesto.
Los atletas de la vieja escuela celebramos la aparición de nuevos corredores. Los filántropos festejaron los beneficios obtenidos por sus fundaciones, los gimnasios destinados a mujeres se volvieron populares porque muchas oficinistas y amas de casa siguieron el ejemplo de las deportistas.
El triatlón vivió algo similar ya que a fines de la década de los noventa apenas contaba con unas pocas mujeres y en la actualidad se registran miles de competidoras en cada evento desde la modalidad short hasta la distancia IronMan.
Ahora, en el siglo veintiuno, desde Nueva York a Long Beach; California y desde Toronto a Disney World, hay un número creciente de mujeres en pruebas combinadas de larga distancia, lo mismo sucede en América del Sur, especialmente en carreras como el IronMan de Brasil en Florianópolis y el Maratón de Buenos Aires.
Para un hombre como yo, que amo practicar deportes, me encanta correr junto a mi novia. Por eso les pido a todas las mujeres que se calcen las zapatillas y salgan a trotar por la razón que sea pero que lo hagan, no se dejen vencer por el sedentarismo, todas pueden hacerlo e incluso conquistar metas más allá de lo imaginado.
Este Día Internacional de la Mujer es para todas ustedes. Cualquier distancia que elijan, háganla propia, disfrútenla, llévenla a lo máximo y celebren lo que lograron mientras se preparan para todo lo bueno que vendrá.
Las queremos mucho,
(*) desde Estados Unidos por Steve Hammy Handwerker
Titular de la compañía SLH Communications, es un consultor internacional especializado en marketing y comunicación deportiva con experiencia en triatlón; atletismo; Juegos Olímpicos; fútbol y hockey.
Su trabajo se enfoca en los denominados B2B (business-to-business) y (B2C) business-to-consumer con los que ayuda a las empresas a consolidar su nombre en el mercado.
Con conexiones a nivel internacional, cuenta con clientes como el argentino nacionalizado italiano, Daniel Fontana, subcampeón mundial de IronMan 70.3 y representante olímpico en Atenas 2004 y Beijing 2008, la esperanza estadounidense para Londres 2012, Brian Fleischmann, y firmas como Motor Tabs sports drink y EthniCity Soccer.
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Tags: dia de la mujer