Es lúdico, no está grabado impositivamente y resulta saludable. No se trata de una disciplina olímpica sino de sexo, un tema tabú que genera infinidad de mitos especialmente vinculados al deporte que las investigaciones médicas se encargan de revertir. Para derribar falsas creencias, Eldepornauta.com se contactó con un especialista argentino, el médico cardiólogo y deportólogo, Norberto Debbag, quien brindó su opinión profesional sobre lo que sucede en la cama y que consecuencias trae sobre las pistas.
Sexo y Deporte
(*) por el Dr. Norberto Debbag
El sexo estará presente en la Villa Olímpica de la capital inglesa como ocurrió en ediciones anteriores tal como lo revelaron algunos deportistas e incluso hubo casos en que se transformó en romance con posterior matrimonio ya que el tenista suizo Roger Federer conoció en Sydney 2000 a Mirka Vavrinec, actual esposa y madre de sus mellizas Myla Rose y Charlene Riva. Como forma de prevenir enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados, los organizadores de Londres 2012 repartirán un total de 150.000 preservativos entre los competidores, una cifra que se incrementó en cada Juego Olímpico y ahora alcanzó un pormedio de nueve profilácticos por atleta. La pregunta continúa siendo la misma, ¿el sexo previo a una competencia deportiva resulta beneficioso o contraproductente?
En relación al sexo y el deporte se tejieron infinidad de creencias y mitos que, con el paso del tiempo, se van revirtiendo ya que hay investigaciones médicas que van más allá de explicar que mantener relaciones con una pareja estable no baja el rendimiento sino que aseguran que las mejora gracias al incremento de la hormona testosterona tanto en hombres como en mujeres atletas y saltadoras.
La testosterona es una hormona sexual predominantemente masculina, con una proporción diez a quince veces superior a la de la mujer, que es sintetizada a partir del colesterol por las células de Leydig, que se encuentran en el testículo, generando espermatozoides (espermatogénesis) y aportan los caracteres sexuales masculinos como distribución del vello, la voz y desarrollo muscula. En la mujer, está presente en los ovarios. Las propiedades de la hormona están relacionadas con su capacidad de actuar en el metabolismo proteico, en el crecimiento muscular, aumentar el depósito de la fosfocreatina y la síntesis de glucógeno muscular, en el crecimiento óseo, estimular la eritropoyesis (glóbulos rojos), motivar y dar agresividad, mantiene la libido (deseo sexual), la erección, el vigor físico e intelectual, provocar cerramiento del cartílago de conjunción, en los niños.
Es una hormona que juega un papel importante en el equilibrio que se produce con el entrenamiento, sus niveles en sangre están más elevados en la mañana temprano ya que la liberación se produce durante el sueño o en el entrenamiento. Es transportada en la sangre por las proteínas y se transforma en dihidrotestosterona que es la forma activa estando lista para actuar.
Durante el entrenamiento físico, a los pocos minutos la testosterona se eleva lentamente en la sangre y alcanza el pico máximo entre los treinta y cuarenta minutos, luego comienza el descenso alrededor de los noventa minutos, en que el rendimiento físico disminuye y se debe esperar hasta que se recuperen nuevamente los valores de testosterona que es alrededor de los 40 y 60 minutos y poder iniciar otra etapa de entrenamiento. Así se logra que cada etapa aumente los niveles en sangre.
Al comienzo de un entrenamiento es conveniente comenzar con ejercicios dinámicos y poliarticulares. Hay estudios que han demostrado que ejercicios cortos e intensos, producen buenos niveles de testosterona, a diferencia de ejercicios extenuantes y prolongados que bajan significativamente los niveles de la hormona.
El doctor A. Jannini de la Universidad L’ Aquila en Italia, estudió el efecto del sexo antes de las competencias concluyendo que estimula la producción de testosterona y aumenta la potencia de los atletas. Otro estudio israelí encabezado por el doctor Alexander Olshanietzky, investigó antes de los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 que el rendimiento deportivo de las mujeres estaba directamente vinculado con el número de orgasmos, especialmente entre velocistas y saltadoras en alto. Determinarona que a más orgasmos, mayor rendimiento.
El médico español Juan Sánchez García constató que no hay diferencias en los dosajes en sangre de testosterona basal entre deportistas y sedentarios, y sí un aumento significativo de la hormona tras la competición.
Conclusiones:
Más allá de los mitos, está demostrado que la testosterona natural producida por el organismo, aumenta en sangre durante el sueño según el tipo de entrenamiento deportivo, con las relaciones sexuales y aumenta el deseo sexual. Es recomendable tener sexo con pareja estable durante la noche previa a la competencia u horas antes porque es muscularmente relajante, placentero y produce aumento de las endorfinas, aquellas sustancias que producen sensación de bienestar.
El desgaste físico de una relación sexual insume alrededor de cien calorías que equivalen a subir dos pisos por escalar o caminar rápido cuatro cuadras pero no provoca agotamiento físico. Paradójicamente, hay estudios que demuestran que las mujeres teniendo menos nivel de testosterona, con el orgasmo aumentan dicha hormona e incrementan el rendimiento en velocistas y saltadoras. Los profesionales no aconsejan la utilización de productos sintéticos (testosterona) como los anabólicos esteroides, considerados drogas prohibidas en el deporte y con efectos adversos peligrosos.
Difundir es prevenir
(*) por el Dr. Norberto Debbag
Titular de la matrícula nacional 51.320, es médico cardiólogo y deportólogo graduado en la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Histórico médico del porteño Club Atlanta, es pionero en cardiología en medio y alto rendimiento deportivoe introdujo en la Argentina el uso del desfibrilador en competencias de todas las disciplinas.
Las notas firmadas son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan necesariamente la opinión de Eldepornauta.com
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