Subió a la cima del podio, batió récords mundiales y derrotó a rivales encumbrados pero ahora enfrenta al enemigo número uno de la actualidad, la pandemia de COVID-19 que infectó a 331.000 personas provocando 14.400 muertes en 171 naciones. El campeón olímpico de natación sudafricano Cameron van der Burgh padece coronavirus tal como él mismo lo comunicó públicamente este domingo por la tarde en sus redes sociales tras catorce días de lucha contra esta enfermedad a la que se sobrepone gracias a los cuidados médicos y su estado físico producto de toda una vida de entrenamiento físico.
A sus 31 años, con 85 kilos distribuidos en 1,85 de altura, Cameron van der Burgh se retiró de la natación profesional hace dos temporadas tras una exitosa trayectoria deportiva en la que conquistó la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 al imponerse en los 100 metros estilo pecho con 58m46s quebrando la plusmarca global de ese momento en pileta larga.
“Hace dos semanas que peleo contra el COVID-19, es el peor virus al que me enfrenté a pesar de que ser una persona joven, con buena salud y con pulmones fuertes gracias a que no fumo; hago deporte y llevo un estilo de vida sana, ya se me fueron los síntomas severos como fiebre alta pero sigo con una enorme fatiga y tos residual, no puedo hacer actividad física, apenas camino y ya quedo exhausto durante horas”, explicó quien también se colgó la presea de plata olímpica en Río 2016 cronometrando 58s69 en el hectómetro pecho.
Campeón mundial de 100 metros pecho en piscina corta de 25 metros, la mita de la pileta olímpica, Cameron van der Burgh sostuvo que el coronavirus hace perder toda la condición física y recomendó a sus pares que se preparan para Tokio 2020 que “prioricen la salud sin exponerse a riesgos innecesarios”.
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