Representó a la Argentina en cinco Juegos Olímpicos, posee el actual récord nacional de los ochocientos metros estilo libre y se coronó campeona panamericana de aguas abiertas en Guadalajara 2011 pero ninguna de sus victorias se compara con la felicidad que sintió al dar a luz a Joaquín, su primogénito que tuvo junto a su esposo Fernando Barboza. Dueña del quinto puesto en el maratón acuático del mundial de Shangai 2011, la plusmarquista cordobesa habló en Eldepornauta RADIO, a través de la emisora Conexión Abierta de la UAI Universidad Abierta Interamericana, sobre los beneficios de la natación durante el embarazo y como combinar la maternidad con el entrenamiento.
A sus veintiocho años cumplidos a principios de enero, Cecilia Biagioli se convirtió en mamá como corolario de un embarazo sin complicaciones ni un aumento brusco de peso ya que continúo nadando durante los nueve meses incluso el día anterior al parto.
“La maternidad es un nuevo camino, después de Londres 2012 con mi esposo estábamos ansiosos por ser padres y ahora disfrutamos de una felicidad indescriptible, ser madre es algo hermoso pero también implica una gran responsabilidad pero eso no significa que dejaré de competir en el alto rendimiento, al contrario, me llenará de más energías para clasificar al maratón acuático de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016”, aseguró la número uno continental de los ochocientos metros estilo libre en piscina larga.
Consultada sobre su rutina física durante el embarazo, Cecilia Biagioli explicó que nunca se ausentó de la pileta porque la natación es un ejercicio ideal para las embarazadas ya que no hay impacto ni riesgos de lesiones.
“Durante los primeros cinco meses, nadé 4.500 metros diarios con intensidad controlada y monitoreando constantemente el ritmo cardíaco sin pasarme de las 130 o 140 pulsaciones para no perdjudicar al bebé, al cuarto mes dejé de dar la vuelta americana porque la panza me lo impedía, el ejercicio extremo no es recomendable durante el embarazo pero tampoco hay que ser sedentaria, lo mejor es nadar suave sin subir las pulsaciones porque es relajante y ayuda a mantener el peso”.
Más allá de lo competitivo, Cecilia Biagioli destacó a la natación como una disciplina perfecta para las embarazadas, incluso aquellas que no lo practican en forma competitiva.
“El deporte siempre ayuda, nadé 2 mil metros el día anterior al parto, lo hice en forma suave como un ablande y ahora estoy esperando el alta médica pero calculo que en veinte días regresaré a la pileta para ir retomando el ritmo para volver a competir a mediados de diciembre en aguas abiertas”, sostuvo quien es entrenada por su hermano mayor Claudio Biagioli que forma parte de una familia de campeones que se completa con su hermana menor Romina, actual número uno sudamericana de triatlón de distancia olímpica.
Derrotó a los antojos como lo hizo con sus rivales, apoyada en una fuerza de voluntad que evitaba las tentaciones de dulces o comida chatarra durante el trimestre inicial. “Engordé un kilo por mes pero los primeros noventa días me tentaba a cada rato pero igual me cuidaba y no sólo por mí sino por mi hijo, respeté una dieta sana regulando las cantidades ya que, si bien seguía nadando, no era el mismo gasto de calorías que en épocas de entrenamiento”, añadió Cecilia Biagioli que anhela zambullirse en Río 2016 que sería su sexto Juego Olímpico consecutivo y el primero con su esposo e hijo en las tribunas.
“Ahora iremos viendo como me adaptaré a la vuelta al alto rendimiento pero el embarazo no impide trabajar, tampoco entrenar, lógicamente será más complicado pero me organizaré para no descuidar ninguna de mis dos responsabilidades, son mis grandes pasiones, mi familia y la natación”, se despidió Cecilia Biagioli a través de Eldepornauta RADIO.
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