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Despidieron el año desde una de las mayores cumbres de la Cordillera de los Andes. A fines de diciembre pasado, la ultramaratonista estadounidense Magdalena Boulet y su compatriota, la alpinista Roxanne Vogel ascendieron en apenas cinco días hasta la cima de Ojos del Salado en la frontera entre Argentina y Chile cuyos 6.893 metros lo convierten en el volcán activo más alto del mundo.
Junto al guía de montaña Blaine Horner, un especialista que brindó su experiencia y conocimientos en especial para evitar cualquier tipo de contratiempos o accidentes, la dupla femenina de Boulet y Vogel escalaron Ojos del Salado en cinco días que equivalen a la mitad del tiempo promedio que demanda arribar a estos 6.893 metros del volcán activo más alto del mundo.
Cumplido el objetivo deportivo de llegar a la cima en tiempo récord, esta expedición de también constó de una faceta de investigación científica porque recabaron datos e información para desarrollar un protocolo de entrenamiento y nutrición para deportes extremos a gran altura tal como ambas lo adelantaron a la revista norteamericana Trail Runner Magazine.
Integrantes del equipo de trabajo de Gu Energy, una de las empresas líderes en el mercado global de geles, bebidas y suplementos para disciplinas de resistencia como triatlón, ciclismo, maratón y natación en aguas abiertas, Boulet se desempeña como subgerente de desarrollo e innovación mientras Vogel trabaja como nutricionista deportiva.
A nivel deportivo, Vogel ya había escalado más de una decena de cumbres a 6 mil metros cada una mientras Boulet debutó en una cima semejante demostrando la capacidad física que adquirió con su entrenamiento de running que la llevó a ganar los 160 kilómetros del Ultramaratón Western States siendo elegida como la Mejor Ultra Corredora del Año en los Estados Unidos.
Para coronar la cima del volcán andino, ambas mujeres de 44 y 42 años respectivamente, llevaron a cabo una preparación específica a lo largo de seis semanas durante seis días a la semana, muchos de ellos en doble turno.
Además de trabajos de cuesta, escaleras y corridas en cinta de gimnasio a la máxima pendiente cargando indumentaria con unos cinco kilos de peso, Magdalena Boulet y Roxanne Vogel durmieron en cámaras hipóxicas que simulan estadías en altura con falta de oxígeno en la que aprovecharon para testear productos nutricionales que aún no salieron a la venta.
Tags: montaña